¡Uso el Fold7 de forma diferente a lo que esperaba! Samsung hizo un movimiento genial con la pantalla frontal

Soy un fanático de los smartphones clásicos y siempre he abordado los plegables con escepticismo. Esto cambió un poco cuando tuve la oportunidad de usar el Fold6 del año pasado, pero aun así me alegré de volver a lo clásico. Cuando hace una semana mi colega Vašek, quien lo reseñó, me entregó el Samsung Galaxy Z Fold7, no esperaba que pudiera convencerme de las ventajas de las pantallas flexibles, aunque, por supuesto, conocía sus importantes mejoras.

La sorpresa fue aún mayor cuando descubrí con qué frecuencia lo uso. Después de casi una semana de pruebas, les ofrezco una visión de cómo es vivir con un teléfono plegable en 2025, sin tablas técnicas ni promesas de marketing.

Un teléfono que cambió mis hábitos

Lo primero que me sorprendió fue el hecho de que uso el Galaxy Z Fold7 plegado aproximadamente el 80% del tiempo. ¿Por qué? Porque Samsung finalmente hizo la pantalla frontal lo suficientemente ancha (6,5″) con una relación de aspecto más agradable de 21:9. Para escribir mensajes, navegar por redes sociales o hacer búsquedas rápidas, la pantalla exterior es completamente suficiente. A diferencia de los modelos anteriores, donde el panel frontal era tan estrecho como un control remoto, esta vez no siento que la pantalla frontal sea un compromiso en absoluto.

El teléfono se sostiene sorprendentemente cómodo cuando está cerrado. Con un peso de 215 gramos, es incluso más ligero que el Ultra o el iPhone 16 Pro Max. El aclamado diseño de Samsung realmente ha alcanzado la perfección: el teléfono es tan delgado que a menudo olvido que estoy sosteniendo un plegable. Esto es otro avance en comparación con las generaciones anteriores, que en el bolsillo parecían más bien un pequeño libro.

Sin embargo, la extrema delgadez también tiene sus inconvenientes. Abrir el teléfono requiere cierta habilidad: tengo que usar una uña para poder abrir el dispositivo. Y si tienes los dedos más gruesos, podrías tener problemas.

¿Y cuándo vale la pena desplegarlo?

Si necesito responder un mensaje, hacer una llamada, navegar rápidamente por redes sociales o capturar un momento, no despliego el teléfono, como describí anteriormente. Sin embargo, durante el tiempo que he estado probando teléfonos plegables, me he acostumbrado a varios escenarios en los que vale la pena trabajar en la pantalla grande.

En mi caso, se trata principalmente de trabajar con correos electrónicos y documentos. Editar hojas de cálculo o escribir correos electrónicos más largos es mucho más cómodo en la pantalla grande. El teclado ocupa solo la mitad de la pantalla, por lo que aún puedes ver lo que escribes y es más fácil acertar las teclas.

Por supuesto, YouTube, Netflix, Oneplay y otros servicios de streaming también se ven geniales en la pantalla de 8″, aunque hay que añadir que la relación de aspecto 6:5 hace que queden espacios en blanco a los lados al reproducir contenido. Sin embargo, al colocar el teléfono en «modo tienda», no necesitas sostener el dispositivo con las manos, lo cual es otra gran ventaja que un teléfono normal sin una funda especial no te permite. Cuando almuerzo y no tengo a nadie enfrente, coloco el teléfono así sobre la mesa y pongo un video. No tengo que apoyarlo de forma complicada ni perder tiempo y nervios si se cae.

En las llamadas grupales también valoro la pantalla más grande, en la que se pueden ver más participantes a la vez. Además, de nuevo, puedes colocar el teléfono y no tienes que sostenerlo, de forma similar a un portátil.

El Fold7 es absolutamente ideal para leer libros o artículos. Como describí anteriormente, aunque la relación de aspecto casi cuadrada no es del todo ideal para el consumo de video, es fenomenal para la lectura y el trabajo general con texto. Yo mismo usé durante varios años un Huawei MateBook X Pro 2022 con una relación de aspecto de 3:2 y la diferencia con los portátiles estándar de 16:10 era abismal. Lo mismo ocurre con el Fold, si lo comparo con un teléfono normal. En la pantalla grande se ve una parte mucho mayor del artículo, por lo que no tienes que desplazarte constantemente, y funciona de manera similar con las redes sociales compatibles.

El problema es que algunas de ellas (como X) no están optimizadas para la pantalla más grande y simplemente se estiran. Con el creciente mercado de los plegables, espero que los desarrolladores se pongan las pilas y solucionen pronto estas, a primera vista, nimiedades.

También mencionaré las herramientas de IA para editar fotos o videos. Usarlas en la pantalla grande es más cómodo que en un teléfono estándar. Por supuesto, tienes una vista previa más grande, pero también los controles distribuidos de forma práctica.

El último escenario en el que uso el Fold desplegado es la navigación. Si (como yo) no tienes un coche de última generación con Android Auto, apreciarás el Fold colocado en el soporte de tu coche. La navegación ofrece una superficie más amplia, pero también una interfaz más grande (¡y adaptada!), lo que facilita su lectura y manejo.

One UI 8: un sistema que se adapta

La nueva versión de One UI 8 se basa en los cimientos de su predecesor, pero añade una serie de mejoras que apreciarás en el uso diario. El sistema se siente más fluido, las animaciones son más suaves y la respuesta general es instantánea, lo que atribuyo a la combinación del procesador Snapdragon 8 Elite y las optimizaciones en Android 16.

Un pequeño detalle que me agradó es la posibilidad de ajustar la división de la pantalla hasta una proporción de 90:10, ideal cuando necesitas ver solo un detalle en una aplicación (por ejemplo, el marcador de un partido deportivo) y trabajar a pleno rendimiento en la otra.

La alternancia entre la pantalla interna y externa es fluida. Las aplicaciones se adaptan rápidamente al cambio de tamaño de la pantalla y recuerdan dónde te quedaste. Es la implementación más fluida que he visto en dispositivos plegables.

¿Vale la pena el Z Fold7 por 53 mil coronas?

Esa es la pregunta del millón, o en este caso, de 53 mil. Debo admitir que el Galaxy Z Fold7 me ha convencido de las ventajas de los teléfonos plegables más que cualquier modelo anterior.

Personalmente, veo el mayor potencial en profesionales que viajan con frecuencia y necesitan un dispositivo productivo en un paquete compacto. Para ellos, el Z Fold7 puede realmente reemplazar la combinación de teléfono y tableta. Para los usuarios comunes, el Z Fold7 sigue siendo un lujo que, aunque agradable, es difícil de justificar.

En cualquier caso, Samsung ha demostrado que la dirección que ha tomado tiene sentido. Con cada generación, los teléfonos plegables se vuelven más prácticos y útiles. Si esta tendencia continúa, quizás en unos años percibamos los plegables como un formato estándar, no como una alternativa.

¿Usas un teléfono plegable o estás pensando en ello?